martes, 7 de julio de 2009

RUTA DEL MARQUESADO DE LOS VÉLEZ


Con esta ruta recorremos las posesiones de la familia Fajardo en la villa de Mula: el castillo, el palacio, el edificio de la audiencia y las tumbas.

Desde 1430 el adelantado de Murcia ,Alonso Yañez Fajardo, recibió de manos del mismo rey de Castilla el realengo de Mula. Y D Pedro Fajardo, que ya era Marqués de los Vélez desde 1507, asaltará el ayuntamiento de Mula expulsando a la vieja oligarquía.

El resentimiento durante años en Mula era notable y, aprovechando las revueltas del Movimiento Comunero de 1520 contra el rey de Castilla, los muleños se levantan contra el marqués, obligandolo a jurar respetar los privilegios de Mula. A partir de aqui, se empieza a construir el castillo y en 1524 ya está terminado, el mismo año en el que Carlos I declara nulo el juramento. La única función del castillo fué vigilar a los muleños.

El trazista fué Luís Fajardo. Consta de 3 partes principales: torre del homenaje, aljibe y la gran sala o plaza baja. El acceso se realiza a través de una parte de muralla islámica, la del albacar. Un pequeño patio es lo primero que nos encontramos, donde se recogía todo el agua que caía para conducirla al aljibe. Al lado, una sala con una gran chimenea donde la guarnición comía y dormía. Debajo las mazmorras.En la terraza un puente levadizo comunica con la torre del homenaje, de 3 plantas y una terraza almenada en origen. En cada piso una chimenea. El aljibe se construyó en roca viva, con un gran enlucido y una capacidad de unos 130 litros.

El palacio señorial data del Siglo XVIII y consta de una enorme extensión donde se ubicaba un gran jardín. No queda mucho conservado del palacio original debido a que, con los años, se dividió en propiedades particulares. Solo queda una estancia donde se encuentra la capilla y una puerta de acceso con arco y el escudo de la familia.

La Casa de Justicia o edificio de la Audiencia se encuentra en la plaza del ayuntamiento, lo que es ahora una casa particular. Como testimonio nos queda la portada en piedra de la almagra y una inscripción en color rojo donde podemos leer: AUDIENCIA.

El recorrido finaliza en las tumbas que se encuentran en la Iglesia de San Miguel, unas sepulturas que compraron los marqueses de los Vélez aprovechando su patronazgo ejercido en esta iglesia. Aunque nunca se enterraron en ellas, pudieron ser usadas para enterrar a gente cercana a la familia. Encontradas y restauradas recientemente, se pueden visitar ya que están al descubierto protegidas con un cristal especial.

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